Resistencia
Reclamo de barrios Italia, Raota y Villa Barberán

Vecinos de Resistencia expusieron el calvario por el estado de las calles, iluminación y desagües

Los vecinos relatan las condiciones en las que viven en la zona del Aeropuerto Internacional de la capital del Chaco: "Caen dos gotas y no nos podemos mover".

En una recorrida por barrios de la capital chaqueña, vecinos expusieron el malestar de los vecinos respecto del estado de las calles, la iluminación pública, la limpieza, los desagües y el calvario que padecen por el servicio del transporte público. Estos problemas lo plantearon vecinos de los barrios Italia, Raota y Villa Barberán, ubicados entre la autovía de la ruta 11 y la zona del Aeropuerto Internacional de Resistencia.

Entre las dificultades principales, las familias del lugar destacan que están la acumulación de basura y el servicio de los colectivos al que califican de pésimo, lo que muestra una marcada desigualdad en el acceso al transporte público de pasajeros por parte de los viven en el centro y quienes residen en los barrios más alejados de la ciudad. Por ejemplo, la distribución irregular de las paradas con una mayor concentración está en el centro, mientras que hay una disminución notable hacia la periferia y áreas de uso residencial.

Por los barrios mencionados circula solamente la línea 2 de la empresa Ersa que los usuarios cuestionan por ser "un pésimo servicio de colectivos". Ana Correa, presidenta de la Comisión Vecinal del Raota, señaló que "no respetan las paradas, no tenemos garitas, los choferes ejercen maltrato y la demora es inaudita. Esperamos entre una hora y media y dos horas para tomar el colectivo. Además -destacó la referente- apagan el GPS por lo que la aplicación Sitam indica cualquier cosa, nos hacen esperar mucho más en vano y en el rayo del sol o en plena oscuridad".

Si bien, la mayoría de los vecinos de la periferia de Resistencia tienen una parada a 200 o 300 metros de su casa, hay casos donde deben caminar hasta 11 cuadras. Esta situación se debe a que hay pocas líneas de colectivo que circulan por el interior de los barrios, lo que obliga a los vecinos a caminar hasta las rutas principales donde la oferta es mayor, aunque también lo es la exposición al riesgo.

La movilidad es un derecho fundamental de las personas y las deficiencias en el sistema de transporte público profundizan las desigualdades, especialmente en las zonas más vulnerables donde el acceso a los servicios es limitado, pero más necesario. Además, otros barrios como Veinte de Febrero y Los Pinos se encuentran en la misma zona, y se ven afectados por la mala calidad del servicio de la línea 2.

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