De esta manera, el gabinete de Leandro Zdero llega tarde nuevamente para una problemática que afectó y mucho al territorio provincial, pero encima dando una respuesta parcial y a una población que no correría tanto riesgo en caso de padecer el virus, lejos de atender la necesidad de adultos mayores o personas con comorbilidades.

Según el anuncio, la vacunación se dará en concordancia y de acuerdo a la postura tomada y a la estrategia comunicada oportunamente durante el verano. “Pasando en limpio”, significa que la “gestión de territorio” no tomó a tiempo la decisión de incorporarla como herramienta para detener el brote, y ahora deberá correr de atrás en un “prueba y error” en un contexto climático no favorable para llevar a cabo la inoculación.

Pero vale resaltar una situación en la que sí, el “gabinete de territorio”, viaja a bordo de una Ferrari de Fórmula 1. Se trata de la “persecución” e intento de “persuasión” al periodismo en la provincia, utilizando la excusa de la pauta. Sucede que desde la asunción, el secretario de Asuntos Estratégicos, Marcos Resico, se encuentra abocado a hacer “cumplir el capricho” del gabinete con el manejo de los fondos públicos como moneda de cambio.

En definitiva, la bajada de línea pasa por responder a los intereses de la gestión en cuanto a comunicación y acompañamiento periodístico a cambio de algunas monedas. De no ser así, Resico baja el martillo y determina cortar los pagos de pauta, provocando descalabros económicos en los medios periodísticos, que hoy hacen malabares para sostener la planta de trabajadores.

Pero esto no se limita sólo al pago de una pauta o no a una empresa, sino que ha llegado al punto de que trabajadores de prensa sufren los desaires de encargados de la comunicación de Gobierno (área bajo la supervisión de Fanni Fernández), que en su labor diaria deben soportar intentos de censura cuando oscilan preguntar algo que pueda incomodar al “Zorro” o a algún integrante del gabinete, o hasta no reciben la notificación pertinente de actividades por haber sido “bloqueados” en los sistemas de comunicación.

Con las cosas así, y a bordo de una tortuga, el “gabinete de territorio” parece haberse montado a un poni, mostrando actitudes de “sobrades” hacia la ciudadanía y los trabajadores de prensa, pero olvidando que la gestión dura a lo sumo cuatro años, luego, las urnas hablarán…