Correo de Lectores
La posibilidad de crecer

Resistencia: ¿la ciudad digital?

Foto de la carta de lectores.

El 3 de octubre leímos en este medio, una nota sobre la ciudad administrativa digital, qué gran proyecto, una ciudad del siglo 21, una ciudad futurista, nos daba la impresión de estar viviendo en uno de esos riquísimos emiratos árabes bañados en petróleo, con barrios, residencias y hoteles de ensueños y que no saben qué hacer con tanto dinero.

Sin embargo Brasilia, esa hermosa ciudad capital del gigante sudamericano, se hizo en el medio de la selva amazónica con un objetivo real, que era el de promover la integración y el desarrollo del país. No se hizo en las afueras de Río de Janeiro, cerca del mar, sino en un ambiente hostil, con temperatura de hasta 50 grados, con lluvias tropicales permanentes e insectos por todos lados.

Asimismo la capital argentina proyectada por el ex Presidente Raúl Alfonsín en la Patagonia, también hubiese cumplido con ese cometido y los argentinos mayoritariamente estábamos de acuerdo.

Nuestra Resistencia ubicada en el centro de la cuenca del Plata, fue pensada para ser la gran Capital del Norte, inclusive hay un documental (si mal no recuerdo “La Joven del Norte” de José Luis Meana, asesorado por Carlos P. López Piacentini) que deja evidenciar los deseos de toda una generación de convertir a la capital chaqueña en una ciudad moderna, multifuncional y con posibilidades de ir incorporando en el futuro los adelantos que se van produciendo, además de impulsarla como un gran polo de desarrollo económico aprovechando su ubicación estratégica. Un Gran proyecto inclusive con derivaciones geopolíticas frente a la entonces presiones demográficas y comunicacionales de nuestros vecinos trasnacionales.

Los antecesores la proyectaron como una gran polis, hoy olvidado en algún escritorio de oficina, situación propicia para que algunos dirigentes y gobernantes, con escaso sentido de pertenencia, la desechen en el intento de hacer algo” nuevo”, diferente, para beneficiar a los nuevos animadores de la política, actores que no tienen pasado, ni futuro, que no definen su identidad, para los que solo existe el hoy, lo que pueden obtener en el momento. Estos no alcanzan siquiera a comprender cómo se forma el alma de un pueblo, porque si lo comprendieran, no descartarían nuestra rica y joven historia, que nos da la flexibilidad suficiente como para ir incorporando con un sincretismo perfecto el pasado y el presente, dándole belleza arquitectónica, nivel tecnológico y medios de comunicación viales de tal modo que todo funcione perfectamente como síntesis de un proyecto superador y transformador en beneficio de toda la ciudadanía chaqueña. Es descabellado creer que se necesite de algo nuevo para lograr un ambiente favorable que cambiaría la estructura socio económico de la provincia, porque si así fuera, los parques industriales se podrían ampliar con suma facilidad en las afueras de las distintas ciudades chaqueñas.

Lo cierto es que este proyecto cumple con el objetivo del negociado inmobiliario, el negociado con los proveedores y para impedir el acceso a las movilizaciones populares. Son millones que nos faltan en las escuelas, en el agua potable de la población, en el transporte de obreros, empleados y estudiantes entre otros. Si hubiera una política de estado homogénea que trascienda los partidos políticos y se ejecute a través del tiempo, gobierne quien gobierne, hoy tendríamos que estar trabajando en la mejora de lo que ya está hecho, utilizando de la mejor manera posible los recursos que generamos. Es así como se construye, creo, una gran nación.

Pero debemos hacer notar que la improvisación es la que prevalece; vemos que ante los problemas de falta de trabajo en el interior, de posibilidades de nuestros jóvenes de realizarse en sus lugares de nacimiento, son expulsados y no tienen más remedio que asentarse en los alrededores de la ciudad, careciendo de los servicios más elementales para la vida. En esta ciudad que merece tener la posibilidad de crecer en infraestructura y tecnología, que la quieren llevar a un lugar más aislado, como si no quisieran compartirla, como que molestara la imagen o el olor del pueblo.

Tanto es el apuro, que no habiendo solucionado uno de los problemas grave del Chaco como es la escasez del agua, tomamos conocimiento que el Sr. Omar Vicente Judis, Ministro de Obras Públicas, llamó a licitación de la ciudad cívica. Sabemos de su aparente obsesión por el trabajo, a tal punto que estaría sufriendo un grave síndrome que afecta a la clase política, como es el de acumulación de cargos, quizás por eso no pueden diferenciar entre las necesidades reales y las superficiales. Hay que analizar qué empresas son las que compran los pliegos y sabremos cuáles son los verdaderos interesados en su construcción.

Nadie es la patria…pero TODOS lo somos… Nuestro deber es la gloriosa carga… que debemos salvar… (J.L.B.)

Ríos, Graciela

D. N. I 14 606 080

B. Ricardo Güiraldes

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