El sistema utilizado por el gobierno para promover la industrialización garantiza ganancias netas y socializa costos empresariales, de tal modo que lo único que hacen los empresarios es gerenciar el emprendimiento. Por otro lado nos encontramos con grupos de chaqueños (trabajadores) que piden al estado que le aporte aunque sea las herramientas para poder iniciar algún microemprendimiento, pero no reciben respuestas, ni apoyo alguno, siendo que ello generaría fuentes de trabajos genuinas, además, de aumentar la autoestima ya que estaría percibiendo ingresos con dignidad, como consecuencia de su trabajo personal.
Italia salió de la crisis de la posguerra con el aliento a pequeñas industrias y emprendimientos.
Creemos que se debe equilibrar las miradas en términos de asignaciones de recursos ante la economía social que genera genuinos puestos de trabajos y no este supuesto “capitalismo serio” que pretenden vendernos como única salida a la crisis que atravesamos.
Los empresarios no asumen costos, el estado les otorga beneficios como el de hacerse cargo de los beneficios sociales, aportes jubilatorio, energía eléctrica, exención de impuestos, créditos blandos, generando un capitalismo parasitario, que a la larga con algunas excepciones, trae mas problemas que soluciones. Mientras los chaqueños deambulamos por las distintas oficinas públicas mendigando ayudas económicas y financieras que muy pocas veces llegan.
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