Interior
Bichos en plantas de 90 días

En San Bernardo y La Clotilde detectaron picudos en cultivos

Hasta hace pocos años nadie conocía al picudo sino por fotografías, hoy ya está entre los algodonales.

El temido picudo del algodonero nuevamente es noticia en su incesante avance en el cultivo blanco, con hallazgos de ese insecto en plantíos de algodón de la zona de San Bernardo y también La Clotilde, no sólo en las trampas estratégicamente colocadas, sino ya en la floración del cultivo donde se observaron larvas, llamando a cuidado y a intensificar el ataque en esta guerra en la que poco a poco va ganando terreno el pequeño y dañoso adversario.

Técnicos de la entidad cooperativa Justiniano Posse en sus habituales recorridas en la zona y si bien su área de comercialización no incluye al textil, la curiosidad de gente del agro siempre los lleva a detenerse y palpar los cultivos para ver su avance, hallando muchas plantas afectadas por el picudo, luego de haber encontrado insectos adultos en las trampas de la zona.

“Luego de encontrar bichitos en las trampas, comenzamos a ver minuciosamente en las plantas de algodón, donde encontramos pimpollos que denotaban el particular orificio del picudo, y al diseccionar el mismo y viendo bajo la lupa, nos encontramos con larvas alimentándose de esa flor, con el consecuente daño al cultivo afectado”, señalaron.

“Observamos presencia en la zona de La Clotilde, a unos 10 kilómetros al oeste de San Bernardo, en plantas que tendrían unos 90 días aproximadamente, asimismo encontramos picudos en algodones tempranos de los Lotes 1 y 10, y si bien no es nuestra especialidad, a los colonos, que aún no tienen experiencia con esta plaga, les recomendamos intensificar la aplicación preventiva de insecticidas en los primeros lotes para complicar el avance de la plaga, asimismo recomendamos un minucioso seguimiento de los lotes ya afectados para evitar más ataques”, señalaron.

En esta realidad inobjetable es donde resuena la insistencia de los organismos correspondientes que recomendaban la pronta destrucción del rastrojo, que era precisamente para evitar, cuando no demorar el avance de la plaga, pero también por otro lado, hasta hace pocos años nadie conocía al picudo sino por fotografías, hoy ya está entre los algodonales sumando un dolor de cabeza más a los productores, que con los granos luchan con las palomas y con el textil se suma ahora el bichito que nadie quiere.

Fuente: Norte

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